Desde que mis abuelos me regalaron mi primera cámara de fotos a la tierna edad de 10 años, mi vida ha estado marcada por la pasión y la aventura que ofrece la fotografía. Lo que comenzó como un simple obsequio se convirtió en el inicio de un viaje apasionante que me llevó a explorar y experimentar a través del arte de capturar momentos en imágenes. Durante el resto de mi vida no he dejado nunca de tomar fotos especializándome en el retrato, y he tenido la oportunidad de adentrarme en otros campos como la fotografía y el vídeo de deportes, así como la fotografía de fauna.
Mis primeros pasos en la fotografía fueron, sin duda, los de un aficionado curioso. La cámara que mis abuelos me regalaron se convirtió en mi compañera constante, y me sumergí en el mundo de la composición, la luz y la perspectiva. A medida que crecía, mi pasión por la fotografía crecía conmigo. Los momentos familiares, los paisajes que exploraba en mis viajes y los pequeños detalles cotidianos se volvieron mi lienzo para expresar mi creatividad y mi visión.
A medida que perfeccionaba mis habilidades, mi interés se diversificó. Experimenté con diferentes géneros fotográficos, pero fue el retrato lo que realmente me cautivó. La oportunidad de capturar la esencia y la singularidad de las personas a través de la lente de mi cámara me fascinó desde el principio. El retrato no solo se convirtió en mi especialización, sino en mi pasión.
Con el tiempo, mi enfoque en la fotografía se expandió hacia otros horizontes. La fotografía y el vídeo de deportes me permitieron combinar dos de mis intereses, la fotografía y el deporte, para capturar la emoción y la acción en el campo.
La fotografía de fauna ha sido la última inquietud de mi ojo a través de la cámara. La naturaleza en su estado más puro me atrajo, y la posibilidad de inmortalizar la majestuosidad de la vida salvaje en su entorno natural se ha convertido en un desafío y una satisfacción constantes. La paciencia y la observación se vuelven esenciales para capturar la belleza de animales en su hábitat.
Lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió en una carrera a lo largo de los años. La oportunidad de trabajar en diversos proyectos y colaborar con personas apasionantes me permitió crecer como fotógrafo. Cada disparo, cada sesión y cada desafío me enseñaron algo nuevo y me impulsaron a mejorar constantemente.
En la actualidad, mi enfoque principal sigue siendo el retrato. Aunque he explorado y disfrutado de otras áreas de la fotografía, el retrato es donde encuentro una conexión única con mis sujetos y donde puedo expresar sus historias y emociones a través de la imagen. Mi deseo constante es mejorar en esta disciplina, perfeccionando mi técnica y explorando nuevas formas de comunicar la esencia de las personas a través de mis fotografías.
En resumen, mi viaje como fotógrafo comenzó a los 10 años, y desde entonces, he pasado por un viaje de evolución constante, desde aficionado hasta profesional. Mi compromiso es seguir creciendo y perfeccionando mi arte, capturando la belleza y la autenticidad de las personas a través de mi lente. La fotografía nunca será una profesión; pero siempre será una pasión que continúa inspirándome día a día.
