Hace unos años mi cabeza hizo «chim-pum-flash» y entré en una depresión de caballo. Necesitaba tener la mente ocupada y empecé a mirar foros de fotografía por internet, ya que sabía que era algo que costaría aprender y podría mantenerme ocupado.
En pocos días me compré una cámara réflex y no paré hasta controlarla por completo. Me ayudó mucho. No he parado hasta hoy y siempre he llevado mi cámara encima.
Me decanté por la fotografía de paisaje y de naturaleza, dado que siempre he sido demasiado tímido como para fotografiar personas, hasta que lo probé… y me gustó. Vi que al interactuar con mi modelo me daba seguridad en mí mismo y fue muy bonito. Cada vez dejaba más atrás mi timidez y vergüenza.
Ahora quiero seguir creciendo con vosotros.